Según recientes informaciones, Argentina, Bolivia y Chile estarían elaborando un documento para promover una “OPEP del triángulo del litio”, con la finalidad de lograr un “acuerdo del precio” ante la volatilidad del valor de este mineral. “La idea de formar un cartel es algo que está siempre muy presente en países productores de minerales, y es una idea bastante antigua”, afirma Juan Ignacio Guzmán, Gerente General de GEM Mining Consulting y especialista en Economía y Poder de mercado en la industria de minerales.
Así también, agrega que hay bastantes fundamentos que van en contra de este tipo de políticas, entre los que se cuentan factores económicos, históricos, políticos y medioambientales.
El último cartel de Chile en commodities fue el Consejo Intergubernamental de Países Exportadores de Cobre CIPEC, formado en 1967. Agrupaba Chile, Perú, Zambia y Zaire. Fue un intento para tratar de influir en el precio del cobre en la década del 70. “Fue también en esa década cuando se empezó a demostrar a nivel mundial que esto no funcionaba, y el CIPEC nunca logró aumentar los precios del cobre”.
Dentro de la teoría económica básica de carteles, Guzmán afirma que “el poder de mercado de un cartel depende de tres elementos, y en este caso, se estaría cumpliendo solo con uno”. El primer elemento indica, es la participación de mercado del cartel. “Mientras mayor sea la producción, mayor el poder del cartel, pero en este caso, el 30% de la producción mundial es insuficiente”.
En segundo lugar, se necesita que la elasticidad precio de la demanda sea inelástica. “Es decir, que un aumento del precio en el litio no reduzca considerablemente la demanda” Siendo este el único punto de los tres que a su juicio sí se cumpliría.
Y por último, se necesita que la elasticidad precio de la oferta del resto de los productores (China, Australia, USA, etc) sea inelástica. “Pero en la vida real, es esperable que si el nuevo cartel sube los precios, los demás países aumenten su producción, pues gran parte de los proyectos de la industria se encuentran fuera de Chile-Argentina-Bolivia”, asegura.
Todo lo anterior es considerando si la intención fuera subir los precios. Por otro lado, “si la intención fuese mantener precios el problema es mucho más complejo. Y no hay evidencia mundial que demuestre que funcione o que sea beneficioso para los países participantes del cartel”.
Más allá de estos fundamentos económicos, hay otros. “Podría ser una mala señal internacional”, afirma Juan Ignacio Guzmán. No solo sería una iniciativa que daña nuestra imagen como socio comercial, sino que también es negativa desde la perspectiva del cambio climático. “Hoy se necesita de litio para combatir el cambio climático, principalmente para abastecer la demanda de los vehículos eléctricos. Si como país queremos ser verdes y contribuir a esta causa, este tipo de acciones limitan la producción de minerales y por tanto restringen el mercado de los autos eléctricos, lo que es contraproducente”.
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*Juan Ignacio Guzmán es CEO Ingeniero Civil de Industrias Mención en Minería de la Pontificia Universidad Católica de Chile y doctor en Economía de Minerales de la misma universidad (siendo su tesis de doctorado Poder de mercado en la industria de minerales). Desde 2003 se ha desempeñado como consultor nacional e internacional de minería en más de 25 commodities minerales, incluyendo cobre, oro, litio, potasio, molibdeno, hierro, aluminio, petróleo, gas y yodo, entre otros. En 2008 fundó Gestión y Economía Minera Limitada (GEM), donde hoy se desempeña como gerente general.
En GEM ha liderado alrededor de 400 estudios en los ámbitos de la economía, evaluación, estrategia y optimización para la industria minera internacional. Desde 2003 ha sido profesor de pre y postgrado en la Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad de Chile y Universidad de los Andes, en cursos asociados a ingeniería industrial y de minas, así como a la economía de minerales. Es autor de dos libros y más de 20 artículos científicos.